Tanto conductores como peatones tienen deberes y responsabilidades en materia de seguridad en la ciudad. La campaña de seguridad peatonal «¡Mira! ¡Sé visto!» de la ciudad de Nueva York promueve las mejores prácticas para quienes transitan por las calles de la ciudad con la esperanza de reducir el número de accidentes peatonales. Según las leyes de tránsito de Nueva York, los conductores deben ceder el paso a los peatones si no hay una señal de tráfico, independientemente de si el peatón está en un cruce peatonal.

A pesar de las leyes de conducción segura de Nueva York, los peatones siguen siendo los más afectados por la irresponsabilidad y la negligencia de los conductores. La mayoría de los accidentes peatonales en Nueva York ocurren cuando los peatones están en un cruce peatonal con una señal. Sin embargo, la mayoría de las muertes de peatones ocurren al cruzar sin señal ni cruce peatonal. Independientemente de las normas de derecho de paso en cada situación, la ley exige a los conductores tener mucho cuidado para evitar colisiones con peatones.

Muchos accidentes peatonales alcanzan el umbral de lo que Nueva York considera una lesión grave, lo que significa que ocurren al margen de las normas de accidentes sin culpa. Las lesiones típicas de los peatones en una colisión vehicular son fracturas de huesos, especialmente en piernas y tobillos, donde el parachoques impacta la carrocería. Las fracturas óseas se consideran lesiones graves, por lo que estas víctimas pueden presentar una demanda contra el demandado para tener la mejor oportunidad de obtener un acuerdo.