La mayoría de las fracturas óseas se producen por resbalones y caídas u otros accidentes. Enfermedades que degradan la integridad estructural de los huesos, como la osteoporosis, causan fracturas patológicas. A medida que envejecemos, nos volvemos menos resistentes a las lesiones y nuestros huesos se vuelven más frágiles. Las personas mayores son especialmente susceptibles a las fracturas óseas después de caídas, y estas lesiones tardan mucho más en sanar en las víctimas mayores. Por el contrario, los huesos de los niños tienden a tener mayor elasticidad, ya que aún están en crecimiento, lo que los hace más resistentes a las fracturas.

El tipo de fractura suele depender del tipo de lesión sufrida. Las fracturas por compresión, en las que el hueso se aplasta, suelen afectar a los huesos más blandos de la columna vertebral, y la probabilidad de que se produzcan aumenta con la edad. Las fracturas en tallo verde se refieren a lesiones en las que el hueso no se rompe completamente debido a su capacidad de doblarse. Son más comunes en niños. Las fracturas por estrés se producen cuando una persona sufre lesiones repetitivas o tensión constante en una zona del cuerpo.

Las lesiones traumáticas graves pueden provocar fracturas conminutas, es decir, el hueso se rompe en varios fragmentos. Estas lesiones requieren una gran cantidad de intervención médica, incluyendo cirugías y terapias de rehabilitación, dependiendo de la ubicación de la fractura. Las fracturas óseas generalmente son abiertas o cerradas. Una fractura cerrada o «limpia» describe cualquier lesión ósea en la que el hueso no daña el tejido circundante ni rompe la piel. Una fractura abierta o «compuesta» describe cualquier lesión ósea en la que fragmentos del hueso lesionan los tejidos circundantes o rompen la piel.

Las fracturas compuestas son lesiones graves que requieren atención médica de emergencia inmediata. Si usted o alguien que le acompaña sufre una lesión y nota alguno de los siguientes síntomas, llame a una ambulancia lo antes posible:

• Dolor intenso
• Hinchazón en el lugar de la lesión
• Hematomas o decoloración
• Extremidades dobladas en ángulos anormales
• Incapacidad para mover la región corporal afectada
• Incapacidad para aplicar presión o cargar peso sobre la región corporal afectada
• Sangrado o huesos claramente protuberantes
• Mareos
• Náuseas

Las fracturas abiertas dejan a la víctima susceptible a infecciones y requieren atención de emergencia lo antes posible.