Las lesiones de nacimiento se presentan de diversas formas. Si el bebé sufre lesiones durante el parto, los padres pueden presentar una demanda en nombre del niño. En estos casos, los padres también pueden obtener una indemnización por el sufrimiento emocional que experimentan debido a la lesión de su hijo. En algunos casos, la madre puede sufrir lesiones debido a la negligencia médica. Si el demandado no monitoreó los signos vitales de la madre, no atendió afecciones conocidas que podrían complicar el parto o cometió otro error grave, la madre puede tener derecho a una indemnización por la negligencia del médico.

El término «parto ilícito» se utiliza a veces en casos de lesiones de nacimiento. Estas demandas son únicas, ya que describen situaciones en las que los padres habrían evitado el embarazo o lo habrían interrumpido si hubieran estado completamente informados sobre los defectos congénitos de su bebé. Estas demandas se basan principalmente en pruebas prenatales negligentes o en la falta de detección de deficiencias en las primeras etapas del embarazo. Los padres pueden obtener una indemnización por los costos de abordar las discapacidades del niño, así como los gastos médicos esenciales, el dolor y el sufrimiento, y las terapias necesarias.

Otro tipo de caso distinto es el embarazo injusto. Este término describe cualquier situación en la que los padres demandan por un método anticonceptivo fallido. Por ejemplo, un padre podría querer someterse a un proceso de esterilización para asegurarse de no tener hijos. Si el médico falla en el procedimiento y los demandantes conciben un hijo, podrían demandarlo por negligencia. Algunos estados tienen normas especiales que permiten la recuperación de los costos asociados con la crianza de un bebé sano pero no deseado.